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Review del Pioneer DDJ-RX, controlador profesional para Rekordbox

 

Cuando Pioneer DJ decidió apostar por su propio ecosistema Rekordbox su apuesta fue segura: reutilizarían el hardware con el que ya habían tenido éxito con Serato DJ con algunos pequeños pero efectivos cambios. El controlador DDJ-RZ fue la adaptación del DDJ-SZ, mientras que el DDJ-RX que nos ocupa hoy es la adaptación del DDJ-SX2, con algunos cambios en los controles para adaptarse a funciones específicas de Rekordbox –cuya licencia viene incluida–, así como algunas funciones específicas que se han introducido para este modelo. Hay que tener en cuenta además, que el dispositivo no es únicamente un controlador, es también un completo mezclador digital de 4 canales más canal de micro adicional y efectos que puede funcionar de manera totalmente autónoma sin ordenador.

Construcción

Nada ha cambiado con respecto a anteriores controladores de Pioneer DJ en esta gama, y parece que aquí la marca tiene ya un estándar muy definido:

  • Toda la parte superior está construida sobre una plancha de aluminio de color negro, con serigrafías bien visibles y duraderas –he tenido el controlador una buena temporada para corroborar esto último–.
  • El resto del cuerpo del controlador está realizado en plástico, unas partes son rígidas y otras de plástico flexible. A pesar del uso intensivo del plástico, el resultado es bastante sólido a la vez que de un peso adecuado para ser transportado sin demasiados esfuerzos.

Nada nuevo tampoco en botones, típicos de Pioneer de plástico retroiluminados y pulsación suave con recorrido corto. No suelen dar problemas. Potenciómetros y faders parecen de las mismas calidades que en la DDJ-SX2, aunque al menos en el modelo de prueba que recibimos parece que los controles son algo más suaves que en las SX2 que he probado. El crossfader merece especial mención, sin ser un Magvel o ningún otro crossfader de alto rendimiento, es muy suave y sirve para hacer algo de scratch e incluso clavar algunos crabs.

Controles y conexiones

La disposición de controles del DDJ-RX es prácticamente la misma que ya conocíamos del DDJ-SX y DDJ-SX2, con lo que creo que no hace mucha falta extenderse en este aspecto:

  • Una sección central de mezclador de cuatro canales con EQ de 3 bandas en cada canal, control Sound Color FX, botones para asignar cada canal a un banco de efectos –del software– y para cargar cada canción en uno de los canales, vúmetro por canal, faders de 50mm, e interruptor de asignación al crossfader.
  • En cada lateral tenemos controles físicos para un deck, que gracias a unos botones de asignación sirven para controlar los decks 1 y 2 o 3 y 4. En estos controles tenemos el clásico jog capacitivo que hemos visto en el SX, SX2 y XDJ-RX, control de pitch de 100mm, botones redondos para play y cue característicos de Pioneer, y diversos botones para activar Master Tempo, Slip Mode, sync, cuantización y ajustar el grid.
  • En la parte superior de cada set de controles de deck tenemos la tira táctil para la función de needledrop, potenciómetros y botones para efectos.
  • En la parte inferior tenemos en cada lateral un juego de 8 pads multifunción con iluminación RGB, y a su derecha controles para los loops automáticos y para funciones secundarias de los pads.

Lo más interesante no es lo que ya conocemos de este tipo de controladores Pioneer DJ, si no las diferencias con el anterior modelo:

  • Botones específicos para activar la grabación de secuencias en el sampler de Rekordbox, así como para cargar y rerproducir dichas secuencias.
  • En la parte superior el encoder que se usaba para regular la fracción de tempo a la que se ajustan los efectos ahora se puede pulsar y usarse para disparar los Release FX de Rekordbox.
  • En la parte central de la sección de mezcla tenemos botones para elegir entre 4 Sound Color FX. En el DDJ-SX2 sólo disponíamos de función de filtro por canal, ahora podemos elegir entre filtro, cambio de tonalidad, ruido blanco, o crush –una especie de distorsión/reductor de bits–. Estos efectos funcionan cuando el controlador se usa como mesa de mezclas autónoma, y usando el software Rekordbox se pueden personalizar los efectos que se seleccionan con esos botones.

En mi opinión hay una cuestión mejorable en la distribución de controles y que se viene arrastrando de anteriores modelos y es la ubicación del fader que controla el sampler, justo en medio de la sección de mezcla y dando lugar a posibles errores. Muy cerca hay otro elemento que creo que debería haberse mejorado también, y es el doble vúmetro máster, que sigue siendo de muy pocos segmentos y ofrece una medición mejorable para ser un controlador destinado a uso profesional según el fabricante.

Estéticamente se han hecho las mismas adaptaciones que se hicieron en la DDJ-RZ, con tonos más oscuros en los jogwheels, se ha sustuido la iluminación roja por azul o amarilla y por defecto la iluminación de los pads por defecto emplea tonos más pastel, en suma se obtiene un look elegante.

Respecto a las conexiones no hay ninguna diferencia con la DDJ-SX2, en el panel trasero tenemos una entrada RCA para cada canal en caso de usar el dispositivo como mezclador; las entradas de los canales 3 y 4 pueden usarse para conectar platos o reproductores digitales, pudiendo elegirse el tipo de fuente de sonido mediante unos interruptores en el frontal. Hay dos conexiones para micro, una en formato jack y la otra en formato combo XLR/jack, el audio de estas conexiones está enrutado a los canales 1 y 2, e igualmente con interruptores en el frontal se pueden seleccionar las conexiones de micro.

En la parte trasera tenemos una salida XLR balanceada para el master, una segunda salida en formato RCA con la misma finalidad, y una doble salida jack mono para los monitores de cabina, dicha salida tiene un control de volumen independiente en el panel superior. Y al igual que en anteriores modelos tenemos la conexión para el transformador de 12v y el conector USB tipo B para conectar el dispositivo al ordenador.

En uso

El controlador ofrece una respuesta excelente usándose como tal con Rekordbox. Al iniciarse el software, cuando este detecta el controlador nos ofrece la posibilidad de instalar los drivers en caso de que estos no estén ya instalados. Con todo listo, veremos como la interfaz de Rekordbox cambia de aspecto ligeramente como sucede con otros controladores de la marca, dejando de ofrecer algo de información para no duplicar dicha información en el controlador y la interfaz –curiosamente esta idea está tomada de Serato DJ–. El rendimiento es realmente bueno en Rekordbox, funcionando sin problemas a 3.60ms de latencia con un Macbook con procesador i5 y 16gb de RAM. Realizando sesiones continuas de cerca de tres horas no tuve problemas de cuelgues, aunque en cada sesión de prueba sí que obtuve una o dos ocasiones en las que hubo algún “tartamudeo” en el sonido o la interfaz del software se congeló durante unos instatntes. De todos modos la estabilidad general de Rekordbox ha mejorado bastante en las últimas actualizaciones, hemos pasado de cuelgues totales a algún pequeño problemq eventual, y eso para un programa con tan poco tiempo en el mercado –ahora llevará disponible algo más de dos años– es un hito importante. Estas pruebas se realizaron con Rekordbox 4.3 y la versión beta del software 4.4, sin apreciarse diferencias entre uno y otra versión del software. El control DVS es perfecto, funciona con una respuesta muy buena, aunque el Rekordbox sigue sin incorporar la función needledrop en modo relativo, algo que tanto Traktor como Serato sí ofrecen.

Es importante destacar la buena respuesta de los jogwheels, que pese a su tamaño se sienten pesados y robustos. La iluminación de su interior es meramente ornamental, pero queda fantásticamente molona. Lo único que se echa en falta en la relación del DDJ-RX con el software es algún tipo de control específico para las funciones de vídeo. Está claro que es el DDJ-RZX el modelo destinado específicamente para estas funciones, pero haber incorporado funciones secundarias a algunos controles para las tareas de vídeo hubiera sido un detalle cuando sacaron la expansión.

Respecto al sonido que entrega el controlador, no está nada mal, pero podría estar mejor. Me explico, entre este controlador y el primer DDJ-SX hay una diferencia de casi cuatro años y muchos controladores de la marca de por medio. Bajo mi percepción, Pioneer no ha mejorado a pesar de toda esta experiencia la calidad de sonido de su gama de controladores –y digo gama porque la DDJ-SZ, SZ2 y RZ tienen un interfaz con las mismas características– que sin ser en absoluto malo, se percibe inferior al de sus mesas de mezclas de precio comparable. También es importante destacar que los previos phono del interfaz tampoco son tan buenos como los que Pioneer está montando actualmente en sus mesas, la respuesta en agudos no tiene la misma definición, y la dinámica general que obtienes pinchando vinilos carece un poco de presencia, aunque es suficiente para defender de forma correcta una sesión a los platos.

Creo que la marca ha hecho bien en mejorar las funcionalidades del interfaz, ya que ahora disponen de más canales y se puede emplear para DVS manteniendo un precio similar al de los anteriores modelos, pero creo que la mejora debería haberse también aplicado a la resolución de los conversores: 24 bits y 44kHz se empieza a quedar corto para un controlador de casi 1.000€, y me resulta curioso que para tener un interfaz de 24 bits y 96 kHz haya que pagar los casi 3.000€ del modelo DDJ-RZX. Cada vez es más la gente que digitaliza sus viejos vinilos a 24/96 o que adquiere música en alta resolución, los reproductores y mesas de Pioneer están a la altura de esa circunstancia, pero su mejores controladores todavía no del todo.

Es muy destacable positivamemte la mejora que supone disponer de los Sound Color Fx cuando usas el dispositivo como mesa autónoma, te da algo más de juego en las mezclas que el simple filtro. Que esos mismos controles sirvan para activarlos en el software donde además se pueden personalizar y combinar con los beat FX y los release FX, logra poner a nuestra disposición un arsenal de los típicos efectos Pioneer que a casi todo el mundo gustan embutidos entre el hardware y el software.

Conclusiones

Pioneer DJ ha seguido estirando el chicle de su afamado diseño DDJ con buenos resultados una vez más, y la integración con su software es sencillamente perfecta. Las mejoras estéticas son adecuadas, las nuevas funciines de efectos útiles, el control DVS funciona muy bien y el sonido aunque correcto es actualmente mejorable. De todos modos hay que tener en cuenta que por los aproximadamente 950€ que cuesta el dispositivo, además de como controlador puede emplearse de forma solvente como mixer de cuatro canales e incluye la licencia de software –salvo la expansión DVS, que debe pagarse aparte–; y por supuesto puedes emplearlo simultaneamente como controlador al tiempo que reproduces a través de el fuentes externas de sonido.

Es también destacable que el uso de este controlador combinado con Rekordbox recrea bastante bien lo que es trabajar con un equipo autónomo de Pioneer. De hecho cuando la versión 5 de Rekordbox vea la luz se incorporará una función que asemejará todavía más el workflow, ya que podrás conectar un pendrive al puerto USB con música preparada en cualquier ordenador con Rekordbox instalado, y pinchar con tu música ya analizada y los playlists preparados, tal y como harías con un reproductor. Esto en cualquier otro software DJ supone algún proceso de importar bibliotecas que no es ni mucho menos tan directo.

 

Lo mejor

  • Controlador y mixer todo en uno, y con muy buena construcción
  • Incluye licencia de software Rekordbox.
  • Jogwheels excelentes, crossfader mucho mejor de lo esperado

Lo peor

  • Pioneer ya debería plantearse ofrecer un sonido algo mejor en esta gama cuando la renueve

Autor: hispasonic